Es el descenso o “caída” de los órganos pélvicos (vejiga, útero o cúpula de vagina y recto) debido a la debilidad y distensión de los músculos y ligamentos que forman el suelo pélvico. No sólo está asociado al envejecimiento de los tejidos, sino que también influyen factores traumáticos (partos difíciles), hormonales, genéticos y otros como el estreñimiento crónico y la obesidad.
Hoy en día se están realizando grandes avances en los tratamientos del prolapso genital. Existen tratamientos conservadores que pueden dar resultados satisfactorios y sobre todo tratamientos quirúrgicos que han progresado enormemente en los últimos años con la llegada de nuevos materiales sintéticos para intentar reparar los tejidos dañados en el suelo pélvico. La experiencia con estos nuevos materiales está siendo muy satisfactoria. Es importantísimo individualizar cada tratamiento, ya que cada paciente requerirá distinto manejo dependiendo de las alteraciones encontradas y de los compartimentos involucrados en el prolapso genital.